Diciembre. Mas especificamente, primera semana de diciembre. La calma antes de la tormenta, la expectativa de lo que se viene y lo que termina.
La última galletita en el paquete
El último ovillo de lana
La última página en el calendario
Diciembre tiene, por estos pagos, olor a velas de pino y caramelos de menta. En otros pagos, olor a bronceador y ensalada de fruta. Pero para todos, diciembre es tiempo de balances y planes.
Un placer, diciembre, vea.
En una semana, estaremos cerrando las valijas para un viaje a nuestra nativa Argentina. Hace cuatro años que viajamos la última vez y la vida, como siempre ha cambiado. Asi que alli vamos, rumbo a lo desconocido pero con la expectativa de ver algo mejor y sonar por un país en paz, por una familia rodeada de amor, por los amigos que quedan.
Durante este mes, me encuentro también evaluando este blog, su utilidad, impacto y necesidad. Si bien en un principio mi foco era ayudar a introvertidos, luego ingrese a una comunidad de blogs de viajes y eso torció el rumbo un poco. Esto de querer pertenecer, vio? Pero con el nuevo año, y viendo los millones de blogs de viajes que ya existen, creo que mi foco volverá a ser la comunidad silenciosa e incomprendida de los introvertidos. Porque tambien podemos pertenecer, y a lo mejor no hacemos tanto ruido, pero la «Revolución Silenciosa» pisa fuerte, y el 2019 puede ser nuestro año.
Por eso, me gustaría escuchar vuestra opinión, sobre temas y reflexiones, materiales y conversaciones. Tenemos mucho en la cabeza, me parece que llegó el momento en que comencemos a compartir.
Hasta pronto, los escucho. Y si no hablamos, tengan un excelente diciembre y fin de 2018.
Mucho amor, abrazo enorme.
Patricia